sábado, 27 de enero de 2018

¿Por qué los hombres matan a sus mujeres?

El feminicidio es una reacción misógina por la supremacía de género que se le asigna a los hombres. Es un crimen que consiste en el asesinato de mujeres por parte de hombres. Las matan por el hecho de ser mujeres: por misoginia y por sexismo de hombres que sienten que son superiores y que tienen derecho de terminar con sus vidas. Suele estar precedido de violencia sexual y otros hechos que atentan contra la dignidad de la mujer, tanto por parte de agresores conocidos como desconocidos.
 
El proceso de conceptualización de la muerte violenta de una mujer por ser mujer adquirió importancia en la década de 1970 cuando la expresión “femicidio” (o “femicide” en inglés) fue acuñada por Diana Russell.
Esta expresión surge como alternativa al término neutro de “homicidio” con el fin político de reconocer y visibilizar la discriminación, la opresión, la desigualdad y la violencia sistemática contra la mujer que, en su forma más extrema, culmina en la muerte.
 
 
Otras investigadoras, Marcela Lagarde, acuñó el término “feminicidio” y lo definió como el acto de matar a una mujer solo por el hecho de su pertenencia al sexo femenino, pero, confirió a ese concepto un significado político con el propósito de denunciar la falta de respuesta del Estado en esos casos y el incumplimiento de sus obligaciones internacionales de garantía, incluso el deber de investigar y de sancionar.
 
 
 
¿QUÉ ES EL FEMINICIDIO?
Es una reacción misógina de los hombres por la supremacía de género. El patriarcado utiliza la opresión, discriminación, explotación, desvalorización que provocan el control absoluto sobre las mujeres y niñas, incrementado por la impunidad judicial en torno a los delitos en contra de las mujeres, sean esta violencia doméstica en todas sus modalidades.
 
La violencia resulta un instrumento de poder clave para someter y subordinar a las mujeres. El feminicidio representa una expresión extrema de la fuerza patriarcal, una forma de manifestar la política sexual y los rituales de dominación masculina. Es más, el feminicidio es un acto socialmente necesario, solo para sostener el statu quo de la dominación masculina.

EL FEMINICIDIO  EN EL PERÚ

Se conoce gracias a esfuerzos de colectivos de mujeres en redes sociales que protestan por asesinatos de mujeres jóvenes y niñas, por uno o varios individuos. Pero son las noticias en medios de comunicación los que han llamado la atención de las atrocidades contra las mujeres más brutal. Desde que fue creada la página de Facebook “Ni Una Menos”, cada dos minutos una mujer escribe públicamente un testimonio personal de agresión, testimonios leídos por cerca de 56.000 personas.
 
Los casos son conmovedores. De los puñetazos, patadas y arrastrada del pelo se ha pasado a los
acuchillamientos, a los martillazos y planchazos. Muchas mujeres mueren en manos de sus parejas, otras, logran sobrevivir por milagro, aunque las heridas de la violencia de genero no cicatrizan, quedan marcadas para siempre en sus cuerpos y el alma.
 
 
El tema está a flor de piel en el Perú. El día de ayer, 13 de agosto, se llevó a cabo la multitudinaria manifestación “#Ni una menos” se debió a la conmoción que despierta la escalada de feminicidios reflejando que somos una sociedad enferma donde la mujer sigue siendo una objeto a dominar. Una ola de peticiones de ayuda de mujeres identificadas con los casos de libertad del agresor de Arlette Contreras, arrastrada del pelo en la recepción de un hostal en Ayacucho, y la de la ex pareja de Lady Guillén, Ronny García, condenado a cuatro años de prisión suspendida, ha generado el repudio generalizado de estas violaciones contra las mujeres.

CIFRAS ESCALOFRIANTES

El Perú, como muchos países del mundo, no cuenta con un sistema de estadísticas fiables que permita conocer con exactitud el número de feminicidios cometidos. El Ministerio de la Mujer, indica que en los ultimos 8 años se registrado 812 feminicidios. El Defendor del Pueblo reveló que 10 mujeres son víctimas del femenicidio al mes.
 
La ONU Mujeres, en su Informe 2016 refiere que en 25 países en los que se comete mayor número de homicidios por cuestiones de género, 14 son latinoamericanos, y que el feminicidio en la región siguen en aumento y la aplicación de la justicia continúa siendo limitada, con 98% de impunidad.
El informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) sobre feminicidio, 2014, establece 88 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en Colombia; 83 en Perú; 71 en República Dominicana; 46 en El Salvador; 25 en Uruguay; 20 en Paraguay, y 17 en Guatemala.

¿QUE HACER FRENTE  AL FEMINICIDIO?

La erradicación del feminicidio íntimo en el Perú, constituye un reto del día a día para los ciudadanos y el gobierno, el cual podría lograrse con la eliminación de factores culturales que lo reproducen y prejuicios y desigualdades de poder que lo sustentan.
 
Por tal razón, es necesario implementar políticas preventivas en el corto y mediano plazo que induzcan a una reducción sistemática y sostenible de este crimen. Lo más importante es adelantarse a la ocurrencia del fenómeno con acciones y estrategias que resulten efectivas en la prevención de este fenómeno.
 
Un ejemplo ha sido el grupo multidisciplinario de profrofesionaels que a la par que se organizaba la Marcha “#Ni una menos”, puso en práctica consultorios que trabajan en equipo de psicoterapeutas que atiendan en distritos a víctimas por violencia de género como en Villa El Salvador y Villa María del Triunfo.
 
Otra experiencia ha sido el equipo profesional multidisciplinario que luego analiza experiencias de políticas públicas impulsadas en otros países de Amércia Latina elaboran instrumentos de política que involucra la acción del Estado y la sociedad civil.
 
 
Cuatro objetivos estratégicos para eliminar el Feminicidio:
 
1) Enfatizar el “Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2011-2016”, y, en adición, aplicar severamente la Ley 29819 (2011) que tipifica el feminicidio como delito autónomo que impone rigurosas penas que podrían llegar incluso a cadena perpetua en los casos donde la víctima sea menor de edad.
 
2) Garantizar la implementación de políticas tendientes a enfrentar el problema de la violencia
 
3) Garantizar el acceso de las mujeres afectadas a servicios públicos de calidad como la inclusión en los currículos de formación de la Policía Nacional del Perú, Fuerzas Armadas, Academia de la Magistratura y Ministerio Público.
 
4) Identificar y promover cambios en los patrones socio-culturales hacia nuevas formas de relaciones sociales entre mujeres y hombres basadas en el respeto pleno
 
Finalmente es necesario señalar que la muerte de mujeres por razones de género que quedan en la impunidad, como consecuencia de la omisión de las autoridades estatales para prevenir y eliminar estos delitos, deben motivar el inicio de investigaciones disciplinarias y penales para establecer la responsabilidad de los agentes del Estado que no previnieron la ocurrencia de la muerte violenta de la mujer.
 
Artículo publicado en diario UNO, 14 de agosto de 2016. Ver: http://diariouno.pe/columna/por-que-los-hombres-matan-a-sus-mujeres/















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