lunes, 7 de septiembre de 2015

La lucha por el voto en el Perú

 


Hoy se conmemoran 60 años de que la mujer alcanzara el sufragio. A continuación un articulo que escribí en junio del 2014.  


En el Perú, el derecho político de la mujer al sufragio llegó  tarde. Tuvieron  que transcurrir  130 años de vida republicana  en   ser   reconocido.   Pero,  no en vano, lucharon  las feministas de la primera mitad del siglo XX por los derechos políticos y civiles de las mujeres,   ellas se enfrentaron    a la  terca y tenaz  resistencia  de la clase política que sostenía  « que a participación de la mujer en la política traería  anarquía y caos en el seno del hogar”.  En  la asamblea constituyente de 1931 a 1933 que fuera el escenario de los debates en torno al  sufragio femenino,  los partidos políticos al unísono  vetaron  el derecho de la mujer a votar  y  a la categoría  de ciudadana.

 

Sin embargo, las múltiples actividades realizadas por las mujeres quedó reflejada  con   la promulgación de la ley 12391, el 7 de setiembre de 1955, durante el gobierno de Manuel Odría, cuyo artículo 84 expresaba: "Son ciudadanos los peruanos varones y mujeres mayores de edad (21 años)  y las casadas mayores de 18 años  que supieran leer y escribir y los emancipados.

 

Un año despues, en  las elecciones generales de 1956,  las mujeres  acudieron  masivamente a las urnas y la  vieja  idea de la superioridad masculina en la  la acción política fue cuestionada.  Hoy, a  pocos  meses de  las elecciones municipales y regionales, paso a relatar significativos  sucesos que cambiaron  la vida de las mujeres, pero, también de la política.

Las precursoras del  voto femenino

María Jesús Alvarado, es quizás una de las notables luchadoras por los derechos de la mujer;  en 1911 planteó la necesidad de lograr la igualdad de los derechos civiles y políticos a la mujer. Otra precursora es Zoila Aurora Cáceres quien
dirigió la lucha por el sufragio femenino; en 1924 fundó la asociación Feminismo Peruano, desde donde logró que el tema se  discutiera en el Congreso de la República.  

Las luchas que libraron estas feministas favoreció la toma de conciencia de la sociedad peruana acerca de sus derechos, así como la conquista de los mismos

El veto de la clase política al derecho de sufragio

 

La historia consigna  a la asamblea constituyente  de 1931 a 1932 en el escenario de los debates del sufragio femenino. Eran  años de cambios que dieron origen a nuevos partidos políticos, APRA y PCP en las que se enrolaron mujeres que exigieron sus derechos.  La discusión tuvo posiciones. El  Partido Descentralista fue contrario al voto de la mujer; el  Partido Aprista Peruano, no lo defendió y lo limitó a las “mujeres que trabajaban”, y  la Unión Revolucionaria  que abogó por el voto irrestricto de las mujeres. Al final, se impuso el voto municipal a las mujeres mayores de edad, casadas y alfabetos. De  este modo, el congreso nacional  vetó el derecho al voto femenino  al no hacerse efectivo, la elección de autoridades municipales  recién se establecieron  en 1963.

 

En las décadas del cuarenta y cincuenta, hubo proyectos de modificación de la Constitución de 1933. Sin embargo, ninguno tuvo éxito.  El reconocimiento provendría de un proyecto  del gobierno de Odría que promulgó la ley 12391, el 7 de setiembre de 1955. Un año después se convocaron  las elecciones generales.

 

La llegada de  mujer al congreso nacional

 

El 17 de junio de 1956, las  mujeres  acuden  masivamente a las urnas. Era la pirmera vez que la mujer participó en un proceso electoral.   Muchas expresaron   su entusiasmo,  se sentían orgullosas  de participar al lado de los hombres en la decisión cívica electoral. El entusiamo quedó demostrado  en el  importante porcentaje de mujeres inscritas en el registro electoral,  34% del total.

Treinta mujeres lanzaron  sus candidaturas  en representación  de sus departamentos y muchas fueron invitadas a integrar las listas de candidatos al congreso. Había inexperiencia en el ejercicio del voto, entonces, las mujeres tuvieron que ser educadas. En este marco, el  proceso electoral  eligió a  Manuel Prado como presidente del Perú.  Y el nuevo Congreso contó, por primera vez, con representantes mujeres: nueve en total: una  senadora, Irene Silva de Santolalla   y ocho diputadas,  Lola Blanco de la Rosa Sánchez, Alicia Blanco de Montesinos, María Eleonora Silva Silva, María Colina de Gotuzzo, Manuela Billinghurst, Matilde Pérez Palacio Carranza, Juana Ubilluz de Palacios, Carlota Ramos de Santolalla

Sin embargo, las nuevas parlamentarias  tuvieron  que afrontar  el marcado machismo  de la sociedad  expresado  en el mismo congreso y  también retar a  a sus familias, principalmente a sus maridos, en su  interés de participar en la política.  Ellas trabajaron a favor de las necesidades de sus departamentos, participaron en comisiones cuyas sesiones se prolongaban hasta altas horas de la madrugada. Pero, no por ello,  dejaron  de ejercer su papel de madres.  Roisida Aguilar Gil, en su estudio « Elecciones generales de 1956. La ampliación del cuerpo electoral » (2003) entrevistó  a algunas de estas  parlamentarias.   La congresista de Loreto,  Juana Ubilluz Panduro, relata que en su laboriosa actividad nunca descuidó su hogar: “No dejaba de alternar bastante en la casa, cuidar  a mis hijos, conversar con ellos, no sentirme alejada del hogar, porque eso es lo más importante. Al tener un cargo público también hay que cuidar del hogar al mismo tiempo, que es el núcleo principal de la familia »

 

Lo cierto es que la llegada de las candidatas elegidas al congreso fue todo un acontecimiento para la sociedad peruana que rompió con la tradicional idea de la representación política pertenecía solo a los varones.   En un artículo de El Comercio publicado el 7 de junio de 1956, bajo el titulo “El  triunfo de la mujer”, decía: “Ha  muerto el prejuicio de la superioridad masculina. Bien muerto está y hay que enterrarlo”.

 

A partir de ese momento el número de representantes mujeres se ha ido incrementando, permitiendo mayor participación política de la mujer  y un viraje del  qué hacer político nacional.   

 

   
 

 
Lima, 11 de junio del 2014.